lunes, 12 de octubre de 2009

AMAR = DEJAR SER

Aunque no sé dónde,
sé que estás.

Sé también que eres;
buscas y corres tras el viento,

conoces el círculo de raíces
que atraviesa tus huesos.

Lo sé porque me miras como un niño,
porque me abriste tu fuego
sin miedo a quemarme.

Porque sabes que ningún lenguaje
contendrá el mundo que vemos
más allá del cieno y el hielo,
allá donde se derrite la tierra
y se evapora el pensamiento.

Por eso quiero ser un huerto
arado y sembrado por ti,
vivir en la madera de los ciruelos,
en el olor de la hierba,
y que así me liberes,
me enseñes todo lo que soy.


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