El sitio donde guardo los instantes es como una playa en la que todos y cada uno de los granos de arena son únicos y perfectos, radiantes. Las olas no los erosionan, los hacen brillar más. A lo mejor unos niños se acercan a hacer dibujos en la arena; los granos dorados formarán una imagen cada vez mayor en la orilla. Escribirán una historia mas allá, visible desde lo alto. El tiempo escribe un poema llamado vida. La vida arranca su corazón de lo ignoto.
Fue un placer.
Hace 18 horas