jueves, 19 de noviembre de 2009

For Walt Whitman

(y quizá para alguien más...)

You were; you knew what silence means.
You found the word to unlock the holy joke
and refused to swallow hollow shadows,
I see it in your voice.

You wore the ring of blood the grass does drink;
and your body borrowed wine from every light;
from every soul you took the dark and living gold,
I hear it in your song.

I believe in your most shining strength:
tasting the hum and the secret tremor
of what lies at the core of all rainbow,
I've seen it once in a glimpse.

You were; thus you are all the oaks in the woods,
all the waves, all the sorrows and mountains.
Your body electric is now the whole earth,
I know it, I can feel your breath.


sábado, 14 de noviembre de 2009

TRANSLÚCIDA

Si el tiempo es un nenúfar
en un estanque de vacío,
¿dónde estoy yo?
¿Qué busco en tí, esfera ingrávida,
translúcida, borrosa?

Quiero flotar en tus fauces de cachorro,
traspasar planetas y convertirme en loto;
deshacer mis coágulos en bolas de cristal
mientras resplandeciente y excéntrico
meditas en una orgía,
descontaminas montañas de dientes de león,
zafiro que salta del pico de la lechuza.

No hay ninfa que perseguir
que no se convierta en árbol.
¿Dónde está la madre en la madera?

No te marches, fondo viviente
eterno contemplar, testigo de fuego
debilitado por un espíritu rancio
sin sangre tibia y turbulenta.

Está en la región donde el todo sueña con dioses violentos:
allí donde un gorrión picotea en las ventanas
y el espectro del cuco planea incansable;
donde no hay gusanos de acero
y se deja entrar al vendaval
y los genios apartan los mantos del prodigio.

Allí lo he visto, donde tu doble camina sobre las aguas
hasta llegar a las orillas de mi halo.



(Pintura de Jacek Yerka)

lunes, 2 de noviembre de 2009

O

El loco se acerca
con algo oculto en su palma
y me dice: "¿Quieres ver lo que tengo aquí?
es lo mejor que albergo, que reservo
sólo para enseñarte a ti."

Veo un anillo,
una tela de araña,
una red líquida y translúcida,
la muda de un ofidio imaginario,
la voz cristalizada de unos ojos,
el haz que irradia hacia mi médula,
que serpentea en todo cuerpo.