
Te mostraré quién eres.
Estoy allí, tras cada umbral,
cada vez que escoges avanzar.
Tus pasos me acercan a ti,
anciana sin ojos,
niña asustada de la oscuridad
de la brecha que habito.
Ábreme tu luz más sencilla
y no habrás de temer lo que refleje.
Poesía incandescente para seguir el camino de carne y hueso.
:) Esto tiene clase... Me ha gustado descubrirte aquí!
ResponderEliminarSigue escribiendo. Un bico,
Nela