lunes, 19 de octubre de 2009

LA RISA

Eres el calor de un pastel de abrazos
en el horno de una carcajada.
Mi cintura tiene hambre
y se come las miguitas de las yemas de tus dedos
que caen cuando das las buenas noches.

Eres el respingo gracioso
que se escapa de los ojos tapados
por las manos que preguntan "¿Quién soy?"
y también el travieso sortilegio
el arte furtivo
de un guiño del ojo de un zorro.

Me siento a comer castañas
mientras la hoguera me cuenta tu historia
con la voz prestada del roble
y la lengua de los líquenes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario